
En primer lugar, es Sitio Web, NO «página web».
La vida va de ocupar las palabras correctas, en el momento correcto.Un sitio web es un espacio digital propio asignado a un nombre (dominio) y alojado en un servidor web (hosting), personalizable y accesible para cualquier persona con conexión a internet que lo visite mediante un navegador web.
En la mayoría de los casos, suele contener muchas «páginas», las comúnmente llamadas «páginas web», cada una con fines diferentes y por lo general relacionadas entre sí.
Pero si vamos más allá…Un sitio web es una pieza clave en tu proceso de venta.
Y son máquinas muy maleables:
- Te consiguen contactos.
- Te venden productos.
- Instruyen personas en modo automático (y cobras por eso).
- Te agendan citas.
- Te arriendan propiedades.
- Te apoyan en presentaciones.
En fin, el que no tiene un sitio web, va por la vida de pasivo…
Personalmente, para mí, los sitios web son propiedades inmobiliarias virtuales que, bien desarrollados, pueden ser potentes máquinas de venta.
Por lo mismo, no soy el «chico de la página web» o «el programador». Soy la persona que ayuda a muchos negocios a vender mejor.
Y en marketing digital, vender mejor no siempre significa vender más. Vender mejor también significa llegar a mejores clientes, agilizar el proceso de captación y reducir la duración de tu proceso de venta.
Bajo este enfoque, un sitio web sirve principalmente para 3 cosas:
- Como una tarjeta de presentación dinámica, global que clarifica tu negocio y genera sensación de profesionalismo y autoridad.
- Como la herramienta idónea a la hora de comprar tráfico. Como una vasija, recibe, contiene y transporta el alimento principal de todo negocio: los nuevos clientes.
- Como una máquina de transacciones comerciales, para comprar, agendar, arrendar, reservar, instruir y más.
Y es que un sitio web es una máquina infalible. Funciona hasta cuando no quieres que funcione.
Y si tu sitio web no funciona, es por estas 2 razones:
Te faltó altruismo, no te pusiste en los zapatos de tu cliente, fuiste puro EGO, yo, yo, yo… nosotros… «tenemos 30 años de experiencia», «somos un equipo multidisciplinario líderes en el mercado bla bla bla…»
No pensaste cómo te busca tu cliente, qué necesita y tampoco qué le haría comprar una vez que llegue a tu sitio.
Por lo mismo, no le pusiste imágenes reales, no fuiste capaz de ponerle un video, por lo mismo tal vez ni siquiera aparece tu cara en alguna parte de tu web.
Tal vez por falta de conocimiento o tal vez por temor, miedo, inseguridad, muchas ganas de ganar poquito y pocas ganas de ser un aporte.
¿Cuánto vale una propiedad en una calle transitada en el sector ideal para tu negocio?
¿Cuánto vale la misma propiedad en medio del desierto?
¿Realmente estás adquiriendo una propiedad, o estás pagando tráfico?
Mira, el es Ernesto del Valle, escúchalo.
El tráfico, lo estás pagando de alguna forma si es que estás teniendo algún tipo de resultado.
Entonces tú decides cómo lo pagas:
- Rápido o Lento
- Óptimo o Pésimo
Rápido es costoso en dinero y barato en tiempo.
Lento es barato en dinero y costoso en tiempo.
Tú ves qué es más valioso para ti.
Óptimo es costoso, pésimo es caro.